El humano construyó ciudades para proteger su vulnerabilidad de los peligros externos, y se ha acabado viendo que los humanos mismos en esas mismas ciudades los reproducen y los instigan hasta amplificarlos todavía más. Lo que llamamos civilización es tan frágil como una burbuja, y con una pared tan fina y vulnerable que la diferencia entre jungla y ciudad apenas se nota.
Gabriel