Primero nos dejamos engatusar por la religión, y así fue que permitimos que alguien se beneficiara a nuestra costa de la fe que era natural en nosotros. Después, por las ideologías, que intervinieron sobre el pensar libre hasta secuestrarlo y dejarlo sin habla. Ahora nos volvemos a dejar abducir por las tecnologías, las cuales, argumentando que nos van a facilitar la vida, nos hacen cada vez más dependientes de ellas. ¿Cuándo despertaremos?
Gabriel