La conciencia lo sabe todo de ti. Tú, en cambio, puedes no saber nada de ella. La conciencia lleva todo lo que necesitas para ser quien eres, pues ya estaba antes de que te dieras cuenta. Otra cosa es que lo sepas, que sepas quien eres y qué quiere tu conciencia para ti. Lo normal es que uno cree que la conciencia emana de uno, cuando en realidad es al revés. El asunto entonces es que si la conciencia ya estaba antes, y luego vienes tú y te pones por medio, que la personalidad no eclipse lo que es luz pura. Vamos, que hagas lo posible para ser lo más transparente y diáfano, para que la luz que llevas se funda con la conciencia toda y así pueda obrar el gran milagro de la vida.
Gabriel