Nuestro flotante planeta cohabita en un espacio común, junto con otros como él, igualmente redondos, e igualmente rodantes, además de satélites, asteroides, cometas, nebulosas y agujeros negros. Cómo no nos van a influir todos esos compañeros de viaje, si todos tienen su correlato en el mundo ordinario por el que nuestra esponjosa vida transita.
Gabriel