Todo cambio de nombre conlleva un cambio de marco. Le cambias el nombre al título de un libro, y ello predispone a leerlo de otra manera. El marco de un libro lo da su nombre, como el tuyo te lo da a ti, pues así es como los demás te llaman y te reconocen. Un cambio de marco puede llevar al cuadro al límite de su reconocibilidad; un cambio de título puede hacer que un libro sea leído con otro estado de ánimo; y un cambio de nombre lleva a que tu persona sea percibida de un modo que, según cuál sea este nombre, puede añadir o quitar fuerza a tus vínculos con el mundo.
Gabriel