Aspirantes a una plaza falsa son
convocados por una empresa para prometerles un futuro. Como se trataba de un
puesto de trabajo creativo y apetitoso, acudieron personas con ideas geniales.
Así, pues, les invitaron a que soltaran la lengua. Luego, concluyeron la sesión
con un muchas gracias y adiós. Más adelante se vió como la tal empresa se
acopió de todas las ideas que aquellas personas tuvieron a bien mostrar,
pasándoselas al departamento de recursos humanos, para que las diseñaran de tal
forma que los empleados que ya tenían en plantilla las ejecutaran. Obviamente no
sólo no contrataron a nadie nuevo sino que, además, siguieron haciendo
convocatorias de falsos puestos de trabajo.