El ego es a la luz lo que lo denso es a lo oscuro. Sin embargo, es gracias a lo denso que somos capaces de distinguir la luz. Ésta, a su vez, ocupa mucho menos tamaño en comparación con la materia oscura. Así, pues, el ego ocupa mucho menos de lo que nos parece... y, sin embargo, lo que nos parece ocupa nuestra atención mucho más de lo que en realidad es.
Gabriel