Eso que dices que eres es tu ego muerto, que sobrevive en tu imaginación. Como una estrella apagada y fenecida, de la cual nos llega todavía la luz que partía de si, así somos cuando hablamos de nosotros: un luz que fuimos o quisimos ser. Mas, ¿qué luz es la real, estando vivos como estamos, si esa luz de la cual con tanta facilidad hablamos es una luz apocalíptica procedente de una estrella que ya no es? ¿No será que de la verdadera luz no se puede hablar, pues no somos capaces de verla? ¿Será que hablamos de lo que ya pensamos pero, en cambio, no podemos hablar de lo que estamos pensando?
Gabriel