La casualidad acontece en todo momento. Otra cosa es que nos demos cuenta. La casualidad es percibida con frecuencia creciente cuando uno es capaz de comprender que una misma información está encarnada en diversos lugares a la vez e, incluso, en diversos momentos significativos a lo largo del tiempo. Cuando uno entiende que el tiempo y el espacio son una unidad inseparable, es entonces que la casualidad se convierte en maestra nutricia de la vida. Ahí vemos cómo la casualidad es la consecuencia de una expansión de la propia comprensión. Percibir en la casualidad un orden, eso es conciencia pura.
Gabriel