"No mires, no mires"

Tumultuosa calle de ciudad, día de octubre. Una mujer pasea con su pequeña gata en los brazos, orgullosa del menudo animal, tan inteligente y bello. Camina disfrutando, mostrándole el mundo a la cría, que, distraída con cada detalle, se divierte mirándolo todo. Contagiada por ella, la dueña se vuelve aún más observadora.

El tiempo se detiene, o algún hecho la trastorna. Reclinada en una ventana de un viejo edificio, llora sin lágrimas una anciana. Su viejo gato ha caído por la ventana, y no acaba de morir. Salió la mujer a la calle, para no poder hacer nada, sólo acompañar aquel cuerpo que yace todavía con vida y una mancha roja en la cabeza.

"No mires, no mires", le dice en la oreja la mujer paseante a la pequeña felina, mientras la cubre con su manga. Se detiene conmovida ante la vieja, sintiéndose, más que invisible, impotente. Sabe que la anciana no volverá a tener más animales después del aquel duelo. Le queda demasiada poca vida. Y la que ahora le resta, le queda sola. Adivinando lo profundo de la soledad en los ojos empañados de la anciana, contempla en ella a una niña pequeña llena de arrugas y muy enfadada. Tiene el moño despeinado, y la cara de no haber entendido nada todavía de la vida. Como único consuelo, el gato, agonizante, invierte sus últimas fuerzas en emitir un suave ronroneo que dedica a la anciana y conmueve a la espectadora.

Todo es soledad y tristeza. Y ella, continúa su camino, volviendo a susurrar en la oreja de su pequeña : "No mires, no mires"

Blanca Muñoz Ortillés

Enviar mensaje privado

Name:*
Email:*
Subject:*
Message:*
Verification No.:*
contact form faq

HTML form powered by 123ContactForm

Buster Keaton

Buster Keaton
Metaldridos