Un mantra
Impuesto desde una oficina siniestra nos hace cantar lo siguiente:
“Quien se
cae se hunde en el fango. Quien se cae no sale en la foto. Quien se cae no es
digno de estar en el suelo. Debes ser feliz. Debes ser un emprendedor.”
Y esta es
la razón del por qué sólo aparece en los papeles quien vence, quien produce,
quien rinde, quien crea riqueza según ese canon. Por cierto, los de la oficina
siniestra nos quieren convencer de que todas las ambiciones serán bienvenidas,
y que por ello hay que seguir caminando, aunque no se sepa en qué dirección. Y
es de esta manera que explotan a las personas, amenazando con el vacío si
fracasan y castigando a quien su aspiración sea hacer lo que buenamente cree
que debe hacer, si es que tiene sentido hacer algo sin saber a dónde se va.