Observo maravillado los movimientos de un animal. Un perro olisqueando en el aire, con el hocico apuntando hacia el cielo, esbelto, atento, consciente, sabedor de que está buscando algo que ignoro. Me impresiona la armonía de su presencia. Me maravilla la medida de sus patas, que llegan hasta el suelo que el perro pisa sin que sobre nada.
Gabriel