Cada cual busca experimentar una adversidad ante la cual responder y madurar. Sin embargo, para que esta búsqueda genere el resultado deseado, la adversidad debe encajar con uno mismo como anillo al dedo.
Si uno viviera las adversidades que no le corresponden, se sentiría muy desgraciado, débil o inmaduro. Uno no puede ser feliz viviendo las adversidades de otros.
Gabriel