Lo que tiene precio es porque tiene poco valor. Sin embargo, hay cosas tan valiosas que ponerles precio es dejarlas reducidas al precio que se les ponga. Sin embargo, el precio es necesario para poder identificar esas cosas. Y no digo yo que el precio deba ser expresado en dinero necesariamente, sino, más bien, como esfuerzo, disciplina, respeto, entrega, contención, aprecio.
Conclusión: el precio que se le pone a las cosas puede servir para darnos cuenta de lo que son. Aunque también podría ser que el precio puesto puede servir para enmascarar una falta de valor de la cosa, lo cual va dirigido a personas que sólo valoran las cosas por el dinero que se paga por ellas.