Determinadas
marcas están buscando perfiles en las redes sociales para proponernos
que hagamos publicidad a cambio de una cantidad ridícula. Antes de este
fenómeno estaba claro quién hacía publicidad y quién recomendaba algo
sinceramente y sin recibir dinero. De un tiempo a esta parte, ya no se
diferencia la recomendación limpia y honesta de la recomendación
interesada. Ya no se diferencia entre el consejo amigo y el consejo financiado con dinero.